De artilugios y tecnologías (cada vez más sofisticados)

Verdades indiscutibles:

• Que cada vez son más sofisticados los teléfonos móviles, si es que aún se les puede llamar así, dada la cantidad de prestaciones adicionales que poseen (y quien lo dude, que se dé una vuelta por el Mobile World Congress 2008 que estos días se celebra en Barcelona).

• Que desde que la tecnología digital ha arrasado completamente a la analógica en el sector de la fotografía y el vídeo (y por tanto ya no hace falta pasar por los laboratorios fotográficos para poder visionarlos), se ha disparado el número de fotos y vídeos "picantes" realizados por las parejas durante sus vacaciones (y quien lo dude, que intente visionar, sin permiso, la carpeta Mis imágenes del portátil de tu amig@, y verá el grito que se gana)

Pues es por eso, que ideas como la que a continuación se muestra, resultan interesantes, mas que nada, como medida de protección para dichos vídeos y fotos, no vayan a quedar mezclados con el resto de los sacados durante las vacaciones, u olvidados en uno de esos lápices memoria Flash USB, y en un descuido, vayáis a dejar "bizcos" a l@s amig@s o familiares

A ver cuando los nuevos "móviles" incorporan esa tecnología ;-)

Otro año, y otro día de San Valentín.

Anoche fuímos al cine a ver No es país para viejos.

No está mal, pero tampoco nos pareció la obra maestra que algunos dicen que es. ¡Ah!, y ni comparación con Sangre fácil, Muerte entre las flores, o El gran salto.
(Esas sí que son obras maestras)

Tras la película, nos metimos en un bar del barrio de Gracia a tomar una copa, y allí, olvidado en la mesa (¿de la pareja que estuvimos esperando que recogieran sus cosas para sentarnos nosotros?), quedó este papel.

¡Y es que ya se acerca San Valentín!

De vuelta en casa, y antes de irnos a la cama ;-) vimos otra peli: The Good Girl.

Mi madre, posiblemente hubiese visto Vuelve San Valentín, pero es que aunque haya cosas (las fundamentales) que permanecen, otras (las accidentales) cambian.

Lo dicho: Que con ligeros cambios en la forma, ¡¡Vuelve San Valentin, Vuelve el romanticismo!!
(suponiendo que se haya marchado)