Creo que anoche, fue la noche de los recuerdos.
La cosa comenzó en el restaurante del barrio de Gracia en el que cenamos con una pareja de amigos, cuando pusieron canciones de Joaquin Carbonell (¡Cuanto tiempo y cuantos recuerdos!), y más concretamente de su álbum La Tos del Trompetista, y en una de ellas (Cachito Lindo), cuenta cierta situación, en la que la protagonista, "envuelta en nata y miel", contesta el teléfono móvil, cosa que me hizo sonreir, pues me recordó (ya dije que fue la noche de los recuerdos) una situación nuestra, bastante parecida.
Y es que, querido blog, nos vamos de vacaciones a Mallorca un par de semanitas, y eso me recuerda que allí, habitualmente solemos pasarlo bien, descansamos, le masajeo y, mejor aún, me masajea, aunque sea a ratos, y, a ratos también (no sé si envuelta en nata y miel como en la canción, o embadurnada en el amoroso aceite de vainilla )
Querido blog, tú ya sabes a cual me refiero.
;-)
Hasta pronto querido blog, nos vamos de viaje, que como cantaba y me recordaba Joaquín Carbonell en otra de sus canciones: ¡¡Como fuera de casa, no se está en ningún lao!!