Hace unos minutos, acabo de terminar de leer un entretenido pastiche de Sherlock Holmes titulado Elemental, querido Chaplin, y en el que se entremezclan personajes tales como un, muy maduro, Sherlock, un, muy juvenil, Charles Chaplin, y un atemporal y maligno, como siempre, Fu Manchú.
Le toca ahora el turno al otro libro que completaba uno de los regalos que me trajeron los Reyes Magos, a través de su corresponsal en nuestro piso: mi marido.
Se trata, por supuesto, de otro pastiche. El título... Los secretos de San Gervasio, y en él, Sherlock Holmes y su inseparable Dr. Watson, para resolver un caso, se trasladan al que, entonces, era un pueblo próximo, y ahora es un elegante barrio de la zona alta de la ciudad de Barcelona.
Tod@s tenemos nuestras costumbres y aficiones para esta época del año (la mía, por ejemplo, es leer pastiches de Sherlock, mas que nada, para no releer nuevamente las novelas originales). Otros (como por ejemplo éste) son más de volver a lo mismo de cada año (en su caso, ver las mismas películas: Horizontes perdidos, Planeta prohibido o El día de la bestia, la que en estos momentos está viendo, mientras que vuelve a reirse con los mismos gags -bueno, reconozco que a mí también me gusta la secuencia en que los tres protagonistas se descuelgan por el anuncio de Schweppes, de la c/ Callao de Madrid, el cual, diversos artistas han representado en sus obras)
Elemental, querida Lu: la Navidad es época para repetir ritos ancestrales, y cada cual tiene los suyos, supongo que me diría Sherlock.
Le toca ahora el turno al otro libro que completaba uno de los regalos que me trajeron los Reyes Magos, a través de su corresponsal en nuestro piso: mi marido.
Se trata, por supuesto, de otro pastiche. El título... Los secretos de San Gervasio, y en él, Sherlock Holmes y su inseparable Dr. Watson, para resolver un caso, se trasladan al que, entonces, era un pueblo próximo, y ahora es un elegante barrio de la zona alta de la ciudad de Barcelona.
Tod@s tenemos nuestras costumbres y aficiones para esta época del año (la mía, por ejemplo, es leer pastiches de Sherlock, mas que nada, para no releer nuevamente las novelas originales). Otros (como por ejemplo éste) son más de volver a lo mismo de cada año (en su caso, ver las mismas películas: Horizontes perdidos, Planeta prohibido o El día de la bestia, la que en estos momentos está viendo, mientras que vuelve a reirse con los mismos gags -bueno, reconozco que a mí también me gusta la secuencia en que los tres protagonistas se descuelgan por el anuncio de Schweppes, de la c/ Callao de Madrid, el cual, diversos artistas han representado en sus obras)

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